VIRGEN DE LA CORONA
La Virgen de la Corona, un santuario incrustado en la roca en las montañas del Véneto, es un lugar de asombro y devoción. Suspendido a 774 metros sobre el suelo, parece desafiar las leyes de la gravedad, un milagro de la arquitectura y la naturaleza. El camino para llegar al santuario es una peregrinación en sí misma, a través de un paisaje espectacular. Es un lugar de paz y reflexión, donde la fe se encuentra con la inmensidad de los Dolomitas. Una experiencia espiritual y visualmente impresionante.